Después de un buen tiempo vuelve por fin la actividad a este blog sobre mis últimas andanzas fotográficas.
Y vuelve con una serie en la que estoy trabajando desde que llegué a la la capital neozelandesa,
sobre lo que yo llamo los “backspaces” de Wellington, esos espacios intermedios, mixtos, que aparacen en toda ciudad asociados a las zonas de borde, de frontera, pero que aquí están incluso al lado del mismo centro. Lo residencial se junta con lo semi-industrial, y éste a su vez con lo comercial, luego con oficinas, y de nuevo apartamentos en el edificio de al lado. Y entre medias surgen zonas semivacias, indefinibles: una pequeña iglesia en un solar abandonado, rodeada de macroedificios, un sofá en medio de un ¿patio?¿aparcamiento?, donde alguien se sienta a leer un libro.
Estados intermedios de crecimiento propios de una ciudad que aún está a medio hacer.
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